1. Cuándo y
cómo se presenta la formación de la función simbólica
Para el desarrollo de la función
simbólica de los seres humanos, la base se presenta en el origen de los
significados y significantes que el niño atribuye desde los primeros meses de
vida designando a un conjunto de significantes diferenciados que sirven para representar por medio de
acontecimientos y objetos.
Retomando a Piaget, puedo poner de
ejemplo una situación donde un niño que empieza a hablar y su primera
palabra es agua, simplemente la ocupa porque conoce como suena o se articula
pero aún no concibe el significado concreto de la misma, nombrando a todo lo
que quiere (en el caso de alimentos ya sean solidos o líquidos incluso la
leche) bajo este nombre, así que hablamos de un significante indiferenciado. Por
lo tanto, desde mi punto de vista, este proceso constituye la base de la
formación de la función semiótica. Ya
que se muestran indicios con estas manifestaciones de no ser aun ni signos, ni
símbolos.
Sin embargo, aquí vemos que el niño durante sus primeros meses de vida
hasta un año aproximadamente (que es cuando empiezan a pronunciar sus primeras
palabras) no diferencía significados. En este ejemplo sencillo, el
significante, o sea, la palabra “agua” no está indiferenciado del significado.
Pues el valor significativo que le atribuye es de manera general por lo tanto
actúa mostrando una señal comunicativa ante lo que desee dentro del
condicionamiento verbal.
El cómo se presenta, es lo que da identidad a la función semiótica,
es decir, los significantes diferenciados. Además conlleva la aparición de
cinco conductas. En la imitación diferida,
poniendo un ejemplo, encontramos cuando una mamá esta con su hija en la
cocina y “ambas” están haciendo comida.
La niña al estar ante la presencia de su madre pude imitar lo que ella hace,
puede seguir un patrón de comportamiento, el cual al pasar los días o incluso
las horas podrá apropiarse la una situación donde juegue a que hace comida con
sus amigas o juguetes sin la necesidad de un modelo.
En el juego simbólico, aquí ya no solo interviene el conocimiento de
las acciones para apropiarlas, si no que ya se integra al juego en colectivo
respetando ciertas reglas. Por ejemplo cuando
ya se atribuyen papeles como tu serás la tía y yo la mamá. Ya se nota la influencia del entorno social,
construcción de significados y situaciones donde el niño se ve obligado a
explicar.
En el dibujo, el niño hace representaciones con palitos y bolitas para
dibujar una persona o lo más simple como un rayo o circulo, dándole sentido y
atribuyéndole significado. En la imagen
mental, son los pensamientos del niño. En cuanto al lenguaje, lo vemos como una herramienta que al niño le sirve para
expresarse verbalmente y comunicar de forma directa todo lo que siente.
2. Porqué el
lenguaje es la manifestación más elaborada de la representación simbólica.
El lenguaje es la manifestación más
elaborada y significativa de la representación simbólica, ya que como las
lecturas lo manejan, desde que somos bebés buscamos la manera de comunicarnos
con los demás, así que de manera directa e indirecta nos damos a entender con
formas verbales o no verbales muy simples, así pues, los lingüistas manejan
signos lingüísticos y su uso en nuestra vida diaria, pues permiten la creación
de símbolos nuevos, creando nuevas posibilidades (imaginar, crear, etc.) para
el niño; en cuanto a que sean atendidas sus necesidades básicas y a su vez
siendo determinante del desarrollo
cognitivo (Vigotsky). Ya que los niños aprenden a representar el mundo a
través de: acciones, imágenes y símbolos.
A su vez, es un proceso paulatino
en cual se pasa de los significantes indiferenciados a los diferenciados que
dan como resultado que el significado (ya lo veíamos cuando poníamos el ejemplo
del caballo en dibujo con Ávila) sea congruente con el significante (la palabra “caballo”); siendo estos últimos divididos
en dos: símbolos (los cuales tienen semejanza con el objeto representado, de
carácter individual), por ejemplo para un niño seria el amigo imaginario; y
signos (suelen organizarse en sistemas, con carácter arbitrario y adoptados por
la comunidad).
3. Cómo
interviene la relación con los otros en la formación de la función simbólica
del lenguaje.
La relación con los otros, o bien,
la interacción social de los niños con niños, o niños con adultos, es sumamente
importante, ya que como Vygotsky lo maneja, con la actividad compartida se construye el significado. Permitiendo al
niño realizar actividades cada vez más complejas ya sea desde manipular objetos
hasta la construcción de frases. Por
ejemplo, cuando un niño empieza a formular sus respuestas, primero piensa bien
lo que va a decir y como lo hará. Después emite su oración.
Es sorprendente ver cuando un niño
de aproximadamente un año aun no pronuncia palabras concretas, sin embargo esto
no quiere decir que el niño no tenga la capacidad de entender lo que se le
dice, al contrario, el niño interioriza toda la información que proviene de las
pláticas con su madre o quienes tenga cerca y con movimientos se expresa. Una
vez me toco llegar a cuidar un niño de un año, aun no pronunciaba palabras bien
articuladas para que le entendiera, sin embargo, cuando pasábamos por la
escalera él se paraba y manifestaba tocando su cabeza y tocando la escalera que
tuviera cuidado cuando pasara por allí y no me fuera a pega, como al principio
fue confuso su madre me explico lo que él estaba diciendo. Así pues el
interactuar con los demás denota que los signos o instrumentos que utilizamos
para representar algún hecho o fenómeno que forman parte de un medio
socio-cultural intervienen funciones psicológicas como la atención y la memoria
(como en el ejemplo). También existen situaciones donde se puede interpretar
situaciones donde el adulto transforma un comportamiento no comunicativo en un
signo que se da en el plano entre dos personas o interpsicológico.
Además, encontramos trabajos de
Bruner donde maneja la interacción en tres sistemas de representación que
ayudan en el desarrollo infantil. La representación
enactiva, que desde mi punto de vista es seguir un patrón de comportamiento
o de ejecución de acción, ya sea cuando el niño se ata los cadetes de sus
zapatos o cuando aprende a vestirse solo. La representación icónica, que comprende las imágenes y los esquemas
espaciales que el niño se idee, lo cual me recuerda a la autora Edith Weinstein
(con la asignatura de Forma, espacio y medida) con las representaciones
espaciales, donde el niño se ubica en lugares ya sea a corta o larga distancia
por ejemplo de su casa a la escuela, y la elaboración de conceptos es más bien
escasa. Y la representación simbólica, donde
el lenguaje es lo más importante ya que los niños organizan sus conocimientos a
través de los símbolos.
4. Cuál es la
relación entre el pensamiento, cultura y el lenguaje.
Como sabemos, el origen del lenguaje es social
y con raíces en los intercambios sociales, ya que son este podemos hablar,
dibujar, escribir y pensar. Por lo tanto es una herramienta cultural universal.
Retomo del curso de psicología para
poner de ejemplo el caso de Gennie, una niña que fue aislada de la sociedad y
no pudo completar en sus primeros años de vida el buen manejo de la lengua
oral, puesto que por la falta de interacción social tuvo severo retraso en su
desarrollo motor, social y cognitivo. Y parto de este ejemplo para analizar la
relación entre el pensamiento y lenguaje, ya que desde los dos años de vida en
adelante, aparecen estas manifestaciones. Pues constituyen una base verbal y el
habla se hace intelectual porque se usa para pensar.
El habla adquiere nuevas funciones
como lo son el habla pública y la privada. Por ello el pensar en voz alta no es
lo mismo que hablar después de pensar, pues la capacidad de pensar mientras se
habla hace del lenguaje una herramienta autentica para comprender, aclarar y
enfocar. Por ejemplo, cuando el niño juega solo, se habla de la creación de un
monologo. El niño crea su propio dialogo con los personajes y se responde.
Otra situación es cuando se está
aprendiendo lo que es el lado derecho y el lado izquierdo. Yo recuerdo que
cuando estaba en el jardín, varios de mis compañeros y yo teníamos problemas
con estas dos palabras y en una actividad con aros en el suelo la maestra nos
ubicaba afuera del mismo para que junto con el movimiento entendiéramos de cual
lado se hablaba. Así pones en juego no solo que el pensamiento sea acorde con
la acción sino que la atención también intervenga, pues al escuchar ahora
quiero que se muevan a la “derecha”, ahora “izquierda”, “izquierda”, existe un
flujo de información que tiene que ser procesada en esta interacción de la
orden de la maestra y lo que tiene que hacer el niño.
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